Aceite Variedad Hojiblanca de Cazorla

Se extrae de las aceitunas hojiblancas, una variedad del olivo del mismo nombre, típico de la zona central de Andalucía, característico por el color blanquecino del dorso de sus hojas y por su maduración tardía. La época de recolección varía dependiendo de factores como las condiciones climatológicas, el terreno y las cantidades de producción. Su recogida supone un arduo trabajo en las labores de recolección, por la resistencia de este fruto a desprenderse del árbol. Otro nombre que recibe esta variedad de oliva es Lucentina, por las luces plateadas que reflejan sus hojas al sol y por su relación con Lucena (Córdoba), región donde se cultiva, entre otras.

El tamaño de las aceitunas hojiblancas es relativamente mayor que el de otras variedades y su forma es redondeada. Son muy resistentes y pueden consumirse procesadas como aceitunas negras de mesa, pues cuentan con una pulpa firme y sabrosa, además de ser utilizadas para elaborar el aceite de oliva de esta variedad. Las aceitunas hojiblancas ofrecen un rendimiento bajo de aceite, que no llega al 20 % y suele presentar un color dorado verdoso.

El sabor que desprende es predominantemente vegetal, con una ligera amargura en boca y un leve picor final en garganta. Al consumirlo se pueden apreciar notas dulces que recuerdan a almendras, con toques frescos que evocan a hierba y a fruta. Si atendemos a su composición, el aceite Sierra Oliva hojiblanca es muy equilibrado entre ácidos grasos y saturados; presenta una concentración media-alta de ácido oleico. Por último, debemos reseñar que el aceite de la variedad hojiblanca presenta un grado de oxidación media alta. Para evitar su oxidación, debemos mantenerlo alejado del calor y la luz y evitando que reciba demasiada oxigenación.

Nuestro aceite se puede utilizar indistintamente en crudo, especialmente para usos en frío como:

Aliñar ensaladas, verduras, pastas o arroces.
Consumir en crudo con pan, quesos, embutidos o frutos secos.
Potenciar el sabor de platos como el salmorejo o el gazpacho.
Macerar pescados azules como el salmón o el atún.
Sazonar carpaccios de carne o pescado.
Emulsionar salsas de sabores potentes tipo mayonesa, guacamole o alioli.
Elaborar vinagretas para vegetales.
Dar un toque especial a cremas y sopas frías.

Habitualmente se habla de lo beneficioso que es para el organismo consumir aceite de oliva y esta variedad destaca especialmente por sus particularidades; la mejor forma de consumirlo y la más aconsejable para conservar todas sus propiedades nutricionales es en crudo. El aceite Sierra Oliva en su variedad Hojiblanca se caracteriza por mantener un buen equilibrio entre los ácidos grasos y los monoinsaturados, y su concentración de vitamina D es superior a la que encontramos en otras variedades de aceite de oliva.

Las grasas monoinsaturadas del hojiblanca previenen el desgaste de las células cerebrales, por lo que retrasan el deterioro cognitivo. Sus niveles de ácido oleico contribuyen a regular el colesterol, y son beneficiosos para el buen funcionamiento de órganos como el corazón o el hígado. Esta variedad de aceite Cazorla es uno de los que menos grasas contiene por lo que es el idónea para aquellos que están haciendo dieta, cuidando su alimentación o desean perder peso porque, además, intensifica la sensación de saciedad a la hora de comer.

A pesar de esto, no debemos abusar de su consumo, pues aporta una gran carga calórica. El aceite Hojiblanca Sierra Oliva de Cazorla es una excelente opción para degustar un buen aceite de calidad, intenso pero sin llegar a ser excesivamente amargo, y con el toque justo de picor.