¿Qué hay de cierto en lo que hemos escuchado durante todos estos años? ¡Te lo contamos aquí!
El mes de marzo es considerado desde hace mucho tiempo un mes muy importante para la mujer, por eso desde Vadolivo queremos aprovechar nuestro blog para reivindicar su papel en el proceso de recolección.
Aunque no lo creamos, la cultura juega un papel muy importante en cómo se percibe el trabajo de la mujer en el campo. Hace 50 años, la percepción de éste era muy distinta a la que se tiene en la actualidad. Gran parte de las cuadrillas encargadas de recoger la aceituna eran conformadas por mujeres pero no solo para recoger las aceitunas de suelo, como siempre se ha pensado, sino también para varear olivos.
El trabajo que han desarrollado las mujeres en el campo a lo largo de los años, independientemente de las tareas que realizasen, ha servido para poner en valor su destreza, fuerza, tesón y minuciosidad, algo que las ha convertido en piezas imprescindibles en el proceso de recolección.
Sin embargo, algunos sectores visibilizan especialmente el trabajo de oficina en las empresas oleícolas relegando a un segundo lugar el trabajo de la mujer en el olivar. Todavía continúa muy arraigado el mito de que “aquellas mujeres que se dedican al campo es porque no quieren estudiar o porque no tienen otra cosa mejor”. Nada más lejos de la realidad.
En Vadolivo tenemos la suerte de contar con mujeres enamoradas de su trabajo, que han elegido esta opción porque les encanta trabajar entre olivos, porque disfrutan recogiendo el fruto tras un largo proceso de cuidado y mimo constante a nuestros campos. Mujeres todoterreno, mujeres fuertes, decididas y comprometidas con su trabajo.
Desde aquí queremos reivindicar este problema cultural y educativo para visibilizar a todas esas mujeres que siguen siendo víctimas de comentarios desafortunados, no solo por ser mujer, sino también por trabajar en el campo.
Sabemos que nos encontramos ante un gran reto a nivel social y cultural, pero no por ello podemos dejar de visibilizar el trabajo que realizáis.
Gracias a todas por vuestro trabajo. Somos muy afortunados de trabajar con vosotras al lado y, sin duda, es un verdadero espectáculo veros en acción.
¡Vuestro esfuerzo no tiene precio!